A tan sólo una semana de que el Santísimo recorra nuestras calles, la Virgen María, en su advocación de Fátima, le allanó el camino. Tarde de sábado donde los rayos de sol iluminaron su cara para hacerla brillar como las estrellas del cielo.
Cortejo solemne para acompañar a la Madre de Dios; Hermandades de Gloria y Penitencia, Junta Directiva, Asociaciones Parroquiales, de Montellano y de pueblos vecinos (Coripe, Los Molares y Utrera), niños y niñas de comunión, y un pueblo volcado con una Cara Mariana colmada de dulzura y cariño.
No se podía estar más guapa, sonriente en su paso de plata y arropada por palomas blancas, cuidadas con esmero durante todo un año para el gran día.
Y por cuarto año consecutivo paseada por sus Hermanas Costaleras, corazones de madres, hijas, hermanas y amigas que se daban la mano para llevar hasta el mismo cielo a su Virgen de Fátima. Con sones de cornetas abriendo fila y cerrando la banda de Montellano.
Reinó la calma, no había prisas por despertar del sueño, una vez en la calle la eternidad se hizo latente debajo de un paso ilusionado.
Que arte tenéis hija!!!, así se lleva a la Madre de Dios!!!, voces de ánimo y apoyo salían por doquier arropando a una cuadrilla joven, pero colmada de ganas por hacer las cosas bien hechas.
Bueno, escucharme que esta “levantá” la vamos a hacer por…cada una de ellas, y saliendo de la voz de un capataz emocionado, la hicimos por alguna persona necesitada de la fuerza de la Virgen.
“al cielo”, “a pulso aliviado”…Chiqui, levantaste no sólo el paso, si no el corazón de una cuadrilla que te da las gracias por el gran esfuerzo que haces al estar con nosotras, gracias de todo corazón.
“Media pesetita”, “cinturita”, “abrimos el paso con elegancia”, “vamos a quedarnos sobre los pies”, “oído que trianeamos”… que arte tienes Tomás, como ya te escribiera, en una ocasión tu amigo Jorge Gallego, “eres el dueño de la palabra y de la emoción”.
“Derecha atrás”, “llámate un poquito”, “que el costero derecho fije la caída”… costalera, hermana, compañera y contraguía. María, ese costero, el tuyo, lleva tu nombre y aún conserva la fuerza de tu trabajo, nunca dejes de fijarlo.
Costaleras, falta menos de un año para llevar a nuestra Madre al cielo, será el quinto y si Dios quiere empezaremos de nuevo el sueño… “con el izquierdo, vámonos!!!”